top of page
Canasta1-2020.png

COMPAÑERO DE MILICIA

  • Foto del escritor: Pr. Herman Gajardo Pastén
    Pr. Herman Gajardo Pastén
  • 7 may 2024
  • 2 Min. de lectura

“25. Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades;

26. porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado.”

Filipenses 2:25-26


En los versículos anteriores de esta carta del apóstol Pablo, él menciona su interés por enviar a Timoteo a visitar la iglesia en Filipos, pero en los versículos que leemos hoy, Pablo menciona a Epafrodito, el cual era un hermano enviado por la iglesia de Filipos para ayudar a Pablo en su ministerio, y el versículo 25 dice: “Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades”, lo cual nos da a entender el gran apego que tenía Pablo por este hermano, a quien elogia y lo trata de colaborador, compañero de milicia, o sea, que juntos batallaron con el fin de que el evangelio de Jesucristo fuese dado a conocer.


En el versículo 26, leemos: “…porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado”, Epafrodito quería volver a ver a los hermanos de la Iglesia en la cual él había nacido de nuevo al conocer a Jesucristo, y quería que lo vieran pues Dios lo había sanado milagrosamente. Qué agradable y necesario son los compañeros de milicia, aquellos que pelean codo a codo con nosotros para establecer el reino de Dios en medio de este tiempo que nos ha tocado vivir, por eso, nuestra oración es: “Señor, manda obreros a tu mies” (Mateo 9:38).


Pr. Herman Gajardo P.


Kommentare


bottom of page