“19. Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades;
20. y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,
21. y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.”
Hechos 16:19-21
El apóstol Pablo, al expulsar ese espíritu de adivinación que estaba en una muchacha, dejó sin negocio a quienes se lucraban con aquello, por lo cual, se indignan y apresan a Pablo y a su compañero Silas, y buscan la manera de meterlos a la cárcel. En el día de hoy, muchos aún lucran con este tipo de negocios, que son aceptados por la sociedad, por lo cual los vemos en la TV, en los diarios, y son muy famosos, incluso hasta autoridades de gobierno de muchos países utilizan a este tipo de personas para pedirles consejos para su quehacer. Es lamentable, pues, si la Biblia nos enseña que esto no está bien, es porque Dios sabe que esos consejos no son buenos para el hombre pues no provienen de Él (Leer Santiago 3:15).
En los versículos 20 y 21, leemos que acusan a Pablo de alborotar al pueblo intentando enseñar costumbres que ellos no tienen porqué obedecer y cumplir. Y la historia se repite, el mundo (que está bajo el maligno), no acepta que las enseñanzas bíblicas, y que provienen de Dios, sean hoy enseñadas y cada día hay más leyes que fomentan el libertinaje y “a lo bueno dicen malo, y a lo malo dicen bueno” (Isaías 5:20). Busquemos a Dios, mientras pueda ser hallado, si no lo hacemos tendremos que lamentar las consecuencias.
Pr. Herman Gajardo P.
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