“3. Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.
4. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.”
Isaías 35:3-4
Vamos a cumplir 3 meses en cuarentena, no es poco tiempo, en estos días nuestro tiempo de oración y clamor por lo que está sucediendo en nuestra ciudad, en nuestro país, y en el mundo entero, se ha incrementado con creces. Creyentes activos, pasivos y aún no creyentes, ni mucho menos participantes de alguna congregación, también están elevando oraciones en espera de una respuesta de Dios.
Pero los días pasan, las noticias nos dicen que esto durará mucho más de lo que esperábamos, entonces nuestras fuerzas flaquean, las rodillas se debilitan, vemos a muchos pastores quejarse porque quieren volver a reunirse en sus templos, las autoridades sugieren no hacerlo para evitar contagios, pero el ambiente se pone tenso al tergiversar la recomendación gubernamental considerándola una prohibición de hacer Cultos, y aunque no sea así, hay divergencias de opiniones, esto es porque se debilitan las fuerzas, las manos se cansan, las rodillas duelen, ¿qué hacer?...
Dios tiene la respuesta, decid a los de corazón apocado: “Esforzaos, no temáis”, y agrega que Dios mismo viene en nuestra ayuda, pues Él es nuestro socorro, y en ningún otro hay salvación, ni en ningún gobierno humano, ¡¡Dios mismo vendrá..!! ¡¡Cristo Viene..!!
Si, ven Señor Jesús..!!
Pr. Herman Gajardo P.
Amen!!! Dios mismo vendrá!!! Gracias Señor por Tu Palabra que nos conforta y fortalece!🙌🏼🙌🏼🙌🏼