“7. y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados
8. (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos),”
2 Pedro 2:7-8
En estos versículos que leemos hoy, el apóstol Pedro nos aclara la situación vivida por Lot, el sobrino de Abraham, el cual estaba viviendo en Sodoma con su familia, y Dios determina destruir esas ciudades, por lo cual Abraham pide a Dios que no las destruya, pero Dios solo libra a Lot y su familia, y envía a unos ángeles para sacarlos de allí (Génesis 13 y 14). El versículo 7 dice: “y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados”, Dios tuvo misericordia de Lot y lo libra, y el escritor de esta narración específica “el justo Lot”, y agrega que estaba abrumado, agobiado, oprimido, apesadumbrado al ver tanta maldad y depravación a su alrededor, lo cual le afectaba a él y a su familia por el temor que él había aprendido a tenerle al único Dios verdadero.
En el versículo 8, Pedro nos escribe que Lot “afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos”, el temor a Dios trae como consecuencia tener un corazón sincero y leal a sus principios, por lo cual Lot oraba y clamaba a Dios que los cuidara y los protegiera de tanta maldad a su alrededor. De la misma manera hoy, Dios sopesa nuestra conducta frente a las inmoralidades que rigen en el mundo y nos ha dado su Espíritu Santo para que tengamos poder para vencer y para pregonar su evangelio.
Pr. Herman Gajardo P.
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