“20. pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
21. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;
22. y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.”
1 Juan 3:20-22
Que interesante es leer en el versículo 20, que “si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios”, o sea, nos da a entender que nuestro corazón tiene la facultad para hacernos ver nuestro proceder, lo cual entendemos como nuestra conciencia, pero la Biblia lo considera como el corazón, así que si nuestro corazón (nuestra conciencia) nos reprende por algo, es que esto significa que lo que determinamos hacer necesita ser reconsiderado, y además nos enseña que por sobre nuestro corazón, está Dios, quien todo lo sabe, y nada escapa a su soberanía ni a su permanente voluntad.
En el versículo 21 leemos que en el caso que nuestro corazón no nos reprende, es porque tenemos nuestra confianza puesta en Dios y Él está al tanto de todo pues nosotros dependemos de Él, y al llegar a ese nivel de confianza de Dios con nosotros como sus hijos, es porque estamos cumpliendo su voluntad y nuestra vida está acorde a lo que Él espera de nosotros, por lo cual permanezcamos siempre fieles al Señor y cumplamos su Palabra, procurando que nuestro corazón no nos reprenda.
En el versículo 22, nos enseña que si no somos reprendidos por nuestro corazón, podemos pedir cualquier cosa, y Dios nos responderá, porque estamos guardando sus mandamientos, y lo que estamos haciendo es del agrado de Dios. Amén..!! Gloria a Dios..!!, pues de esta manera estaremos entrando en una mayor cercanía con su Presencia, y el Señor, que sabe todas las cosas, podrá confiar en nosotros su voluntad.
Pr. Herman Gajardo P.
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