“1. Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2. en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
3. el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
4. hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.”
Hebreos 1:1-4
La carta a lo Hebreos, comienza haciendo una declaración que nos enseña acerca de la naturaleza divina de Jesús, y el propósito que cumplió con su venida a vivir entre nosotros, antes de culminar con su muerte para darnos salvación y vida eterna, pues claramente leemos acerca de la voluntad de Dios en los versículos 1 y 2: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…”, con esto entendemos que su Hijo vino de parte de Dios-Padre a hablarnos de su Reino Celestial, considerando que en el Antiguo Testamento nos habla a través de los profetas y de cada uno de sus enviados, luego su Hijo Jesucristo fue quien nos da a conocer su Evangelio.
Luego los versículos nos hablan de la poderosa grandeza de nuestro Señor Jesucristo, de manera de conocer en profundidad quién es el Hijo de Dios: “a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos”, Gloria a Dios..!! Tremendo..!! Maravilloso..!!
Pr. Herman Gajardo P.
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