“24. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
25. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
26. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
27. y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.”
Mateo 7:24-27
Jesús enseñó con muchos ejemplos acerca de cómo alcanzar solidez en nuestra vida, pues no basta con escuchar, ni basta con con saber, lo importante es tener un cimiento sólido que nos permita estar firmes cuando vengan los días malos, y no caer cuando vengan sobre nosotros aquellos vientos de incertidumbre, ni ceder ante la adversidad.
A veces pensamos estar firmes, pero la Biblia enseña que “el que crea estar firme, mire que no caiga”, y para tener la certeza de no caer, es que debemos tener nuestros pies sobre la roca firme, y Jesús es esa roca, Jesús es el fundamento de nuestra fe, Jesús es todo lo que nuestra alma necesita, Él es la vida, Él es la verdad, Él es el único camino para llegar al Padre.
El hacer la voluntad del Señor es lo válido ante los ojos de Dios, solo así estaremos firmes, pero si solo somos oidores y no hacedores, entonces las circunstancias adversas, las tentaciones, y nuestra vana manera de vivir, terminarán por derribarnos porque no tenemos bajo nuestros pies un cimiento sólido que nos sostenga. Dios tenga misericordia de nosotros y nos afirme cada día en Él.
Pr. Herman Gajardo P.
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