“10. Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,
11. escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.
12. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.”
1 Pedro 1:10-12
Si usted lee de nuevo el párrafo enunciado, se dará cuenta que Pedro, el autor de esta carta, fue inspirado por el Espíritu Santo para poder entender primeramente quien era Jesús, y ahora él explica acerca de cosas que la Palabra enseña de la persona de Jesús. Pedro entendió, y así lo hace ver, que los profetas que profetizaron de Cristo, “inquirieron y diligentemente indagaron”, obviamente esto es un claro ejemplo que nosotros debemos seguir y no solo quedarnos con el solo hecho de leer, sino escudriñar e indagar sobre cualquier tema a estudiar o a exponer.
Los profetas profetizaban declarando la Palabra escrita o algo que genuinamente Dios les indicaba que dijesen y si alguno hablaba algo solo de su corazón era desechado por Dios. Esto es algo que tenemos que tener presente en estos días que estamos viviendo pues la presión reinante en nuestro entorno podría influir para hablar cosas de nuestro corazón y que no tenga asidero bíblico. Debemos tener claro que profetizar es declarar la Palabra escrita en la Biblia... lo demás podría ser solo adivinación.
Pedro se preocupó de tener muy claro lo que estaba escribiendo, porque el Espíritu Santo le inspiraba a escribir. Lo mismo hacemos nosotros pues hemos entendido que el evangelio es un mensaje tan importante y trascendental para nuestras vidas, que Pedro dice: “cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”, pues la persona de Jesucristo tenía una importancia tan grande que aún no le tomamos el peso. La grandeza de Jesús impactó a Pedro, y sigue impactando a todos quienes hemos creído en Él.
Pr. Herman Gajardo P.

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