“56. Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.
57. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
58. Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.”
Juan 8:56-58
En el Antiguo Testamento, hay numerosas ocasiones en que se manifiesta o se aparece el ángel de Jehová, el cual es la persona de Jesucristo, por ejemplo se le aparece a Agar (Genesis 16:7-16 y 21:17), luego se le aparece a Abraham (Genesis 18:1-15), también en Genesis 22:10-16, luego se le aparece a Jacob (Genesis 31:11-13), a Moisés, como lo leemos en Éxodo, a Gedeón (Jueces 6:21-23), a Manoa, el padre de Sanson (Jueces 13:18), en síntesis, en el Antiguo Testamento hay más de 60 ocasiones en que el ángel de Jehová se manifiesta físicamente.
En los versículos que leemos hoy, Jesús habla de su conocimiento de Abraham con total naturalidad, porque había estado con él, y así se lo comparte a los judíos, y lo relata con mucha propiedad porque era cierto, no lo estaba inventando, pero la reacción de los Judíos fue la de no creerle en absoluto, refutandole que “Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?”, pero Jesús trata de convencerlos declarándoles “De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”, lo cual hoy podemos comprobar escudriñando las escrituras, pues Jesús es eterno, Él es el principio y Él es el fin (Apocalipsis 22:13).
Pr. Herman Gajardo P.
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