“1. Amados, ésta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento,
2. para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles;”
2 Pedro 3:1-2
En estos versículos que leemos hoy, el apóstol Pedro se dirige a quien lea la carta como amados, de manera de enfatizar que lo que escribe es para crecimiento personal en el Señor, a todos los creyentes sinceros que han creído y anhelan ser discipulados. En el versículo 1 dice: “Amados, ésta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento”, si nos fijamos bien, la intención de Pedro es exhortar, enseñar, discipular, lo cual debe primar también en quienes estamos al servicio de la obra del Señor, pues para eso hemos sido llamados y apartados, pero Pedro también dice “vuestro limpio entendimiento”, o sea, hay un tiempo especial en nuestra vida cuando somos salvos y comenzamos a alimentarnos de la Palabra, pues ahí estamos limpios entendimiento nuestro entendimiento, no hay malicia, no hay engaño, no hay doble estándar, es cuando estamos hambrientos de conocer más de Dios.
Luego, en el versículo 2, dice: “para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles”, o sea, cuando nuestra mente está limpia, la palabra aprendida se graba en nuestra mente, y nos ayuda a enfrentar las tentaciones y maquinaciones del enemigo, para estar firmes y no transar, de la misma manera que Jesús tenía puesta su confianza en las escrituras, cuando fue tentado en el desierto y le contestaba al diablo: “escrito está”. Dios nos fortalezca siempre.
Pr. Herman Gajardo P.
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