LO IMPOSIBLE SUCEDE

“10. Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.

11. Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.

12. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?

13. Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?

14. ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.”

Génesis 18:10-14

Esta lectura bíblica de hoy, nos habla acerca de la ocasión en que Dios habla con Abraham y le dice que con su esposa Sara tendrán un hijo, quizás usted pensará ¿y que tiene de raro que un matrimonio tengan un hijo?, lo raro es que Abraham tenía 99 años y su esposa 90, por lo cual se trataba de un asunto de fe de un matrimonio de ancianos cuya esposa además era estéril.

Cuando Dios, en su Palabra, nos habla y nos promete algo, la fe se pone en juego, pues no sabemos cómo reaccionar, y la duda surge, pues para nosotros es imposible que eso ocurra, pero se trata de creer, y la Biblia nos enseña que debemos creer, que para el que cree todo le es posible. En el párrafo leído vemos la reacción de Sara, una mujer anciana, estéril, y le dicen que va a tener un hijo, y ella se ríe, pues no puede creerlo.

Dios escucha la risa de Sara y le dice a Abraham: “¿Hay para Dios, alguna cosa difícil?”, y le ratifica que Sara tendrá un hijo, al cual le ponen por nombre Isaac, que quiere decir risa. Todo lo que dice Dios es verdad, y sus promesas se cumplirán, aunque algunos todavía hoy se rían de lo escrito en la Biblia, pero es verdad, y su Palabra se cumplirá, por lo cual debemos activar nuestra fe, y creer que todo lo escrito en la Biblia es verdad, y sus promesas se cumplen. Tenga fe en Dios, y podrá ser partícipe de disfrutar sus bendiciones. Dios todavía espera por ti, acepta su mano de salvación.

Pr. Herman Gajardo P.