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NO ES CON NUESTRA FUERZA

  • Foto del escritor: Pr. Herman Gajardo Pastén
    Pr. Herman Gajardo Pastén
  • hace 4 días
  • 2 Min. de lectura

NO ES CON NUESTRA FUERZA


“2. Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado.

3. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.

4. Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Éste no vaya contigo, el tal no irá.

5. Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber.

6. Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas.

7. Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar.”

Jueces 7:2-7


Es interesante ver cómo Dios nos hace notar que no se trata de nuestra capacidad o de nuestras habilidades, para poder ver y entender que su poder es superior a todo lo que podamos siquiera imaginar, pues lo que hizo Gedeón al reunir 32.000 hombres aptos para la guerra, era lo que cualquiera de nosotros haría, y aunque aún eran pocos en contra de 50.000 enemigos, Dios le dice a Gedeón que son muchos.


Esto obviamente para nosotros es descabellado, pero lo que Dios quería hacer era evitar que el pueblo se gloriara de sí mismo y adjudicara la victoria a su capacidad y a su fuerza, tanto así que primero se devuelven 22.000 y quedan solo 10.000 hombres, pero para Dios aún eran muchos y finalmente quedan solo 300 hombres para enfrentar a un ejército de 50.000 enemigos. Esto nos enseña que aunque no entendamos como, pero si Dios dijo que lo haría, Él cumplirá su palabra y lo hará.


Esto claramente nos enseña que no debemos temer a lo que Dios nos dice que hagamos, aunque a veces no entendamos cómo Dios nos librará, pero si la Biblia nos enseña que debemos confiar en Él, es porque Él lo hará. Si Dios abrió el Mar Rojo para que Israel pasara en seco, Dios abrirá hoy esa puerta que necesitamos, Dios nos levantará, Dios nos sanará, y en Él podemos estar seguros, pues “no es con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu ha dicho el Señor” (Zacarías 4:6).


(Continuará) (4 de 5)


Pr. Herman Gajardo P.


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