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PERO ESFORZAOS VOSOTROS

Foto del escritor: Pr. Herman Gajardo PasténPr. Herman Gajardo Pastén

“5. En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras.

6. Y una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades.

7. Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.

8. Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.”

2 Crónicas 15:5-8


Los problemas y dificultades, son situaciones que siempre han sido, y seguirán siendo, parte de nuestra existencia, por lo cual de tiempo en tiempo experimentamos situaciones que nos aquejan y nos hacen perder la paz y la tranquilidad que tanto apreciamos. En los versículos que leímos hoy, nos muestran una realidad de vida que aquejaba al pueblo de Israel, y que les era muy difícil de soportar. Quizás más de algún lector de este blog, está viviendo ahora alguna situación complicada en su vida o en su entorno y se siente desfallecer.


Pero en el versículo 7 encontramos una palabra de aliento de parte de Dios, revelada a uno de sus profetas, que dice: “Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra”... Dios siempre tiene una salida para cualquier problema que podamos estar viviendo, y sus promesas aún permanecen vigentes, por lo cual si el Señor dijo: esforzaos, y no desfallezcan, es porque en Él está toda solución y toda salida.


En el relato bíblico que leímos, el rey creyó en la palabra del Señor y cobró ánimo, y lo primero que hace es deshacerse de todos los ídolos en los cuales él había puesto su esperanza y nunca le habían respondido, por lo cual decide restaurar el altar de Jehová, el único Dios verdadero. Y eso es lo que nosotros debemos aprender y sacar como ejemplo para nuestras vidas, volver nuestros ojos al Señor y poner nuestra confianza en sus promesas de amor, arrepintiéndonos de nuestras malas decisiones que nos apartaron de Él, y volver a depender de Él y volver a caminar en sus caminos. Bendito Dios de amor que nos ama y nos perdona.


Pr. Herman Gajardo P.


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