“23. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción;
24. Tendrás más oro que tierra, Y como piedras de arroyos oro de Ofir;
25. El Todopoderoso será tu defensa, Y tendrás plata en abundancia.
26. Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, Y alzarás a Dios tu rostro.
27. Orarás a él, y él te oirá; Y tú pagarás tus votos.
28. Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, Y sobre tus caminos resplandecerá luz.”
Job 22:23-28
Volver a los caminos de Dios es para muchos algo que está muy lejano, pues se sienten que jamás podrán volver a hacerlo, pues su ida les hace sentir indignos de volver y en su corazón no hay paz. Algunos intentan calmar esa ansiedad con los placeres que este mundo ofrece y se esconden tras esa máscara de “estoy bien, no necesito volver”, y creen poder vivir e intentan ser felices, pero en su interior solo hay frustración, que la niegan y más se alejan.
Pero la Palabra que leemos hoy nos recuerda que solo volviendo al Omnipotente, seremos edificados, nuestra vida volverá a tener sentido, la aflicción se disipará, nuestras necesidades serán cubiertas, tendremos a Dios como nuestro defensor, nos deleitaremos en Él, podremos mirar su rostro, orar y nuestra oración será respondida, podremos determinar nuestro destino y el Señor será nuestro fin.
Todo esto es como el ejemplo que dió Jesús al relatar la historia del hijo pródigo, que malgastó su herencia con los afanes de este mundo, pero al volver a casa, el Padre lo estaba esperando y hace una fiesta en su honor, porque su hijo volvía a casa. Amados todo lo que usted necesita, es volver a la casa del Padre, y todo cambiará a tu favor, y es una promesa de Dios dejada por escrito en la Biblia, y lo que Dios promete, lo cumple. No lo olvides, hoy es el día que puedes volver a casa. Dios alumbrará tu camino. Contáctanos.
Pr. Herman Gajardo P.
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